
La línea verde trae durmientes de cristal.
A veces pasa que mi tren es transparente y los pasajeros a veces, incluso los que nunca han viajado. Pero casi por compromiso con mi tren es que inauguro estas líneas para que pueda desplazarse con libertad por donde quiera y ojalá llegue bien, y lejos, y a tiempo, ...cualquier tiempo. Total, él es tren y nada de lo que digan le cambiará su trencera vida, digan lo que quieran, llámenlo como quieran; lo único claro es que los pasajeros conocen su verdadera esencia, lo pueden investir de metro o de cosas, pero mi tren no se asusta con los eufemistas que no lo quieren sino más bien los ignora, porque sabe que su alma descansa en los durmientes, en los que se hacen los dormidos, pero que conocen su secreto.