Cuidador de trenes.

Cuando niño andaba con mis trenes de lata ensartados todos con un cordel y los llevaba siempre conmigo, estaban pintados de vivos colores, vivían dentro de la maleta de mimbre que alguien me regaló y los sacaba a pasear, su linea era la tierra, el barro o el tablado de la casa, jamás me abandonaron, incluso los llevaba a Viña en tren... Será eso lo que marcó mi vida para siempre, es simplemente un acto de gratitud. Ellos me cuidaron. Ahora me toca a mi.

enero 20, 2006


Ha llegado carta...

¡Carta... carta... carta...!
Extraño es el tema de las cartas que tienen recuerdos impregnados de geometrías cartesianas y sonidos escolásticos, que es lo que uno espera de las cartas latinas. Acatadoras, levemente elegantes, ellas no pierden ocasión importante para llevar plumas, chocolates huecos, con destinos asociados a la propia Gestalt. Cartas engendradoras de corriente continua entre organismos paralelos, generadoras de perpendicularidades o bisectrices.
Jugar cartas, raro; en persona, más raro... cartas eclosivas de pétalos de aromas rojos, amarillos, y encarnados que me piden el próximo desplazamiento...

2 Comments:

At enero 21, 2006, Blogger Lila Díaz said...

Parece que otro habito extraño es escribir y recibir cartas y comentarios. Es fascinante. Te felicito por abrir ramales. E incluirme. Gracias.

Abrazos fugitivos.

 
At enero 22, 2006, Blogger Pedro Antonio said...

gracias por tu comentario, me gusta la palabra fascinante... a mi me gusta piscina...refresca...

abrazos cordiales

 

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