Cuando niño andaba con mis trenes de lata ensartados todos con un cordel y los llevaba siempre conmigo, estaban pintados de vivos colores, vivían dentro de la maleta de mimbre que alguien me regaló y los sacaba a pasear, su linea era la tierra, el barro o el tablado de la casa, jamás me abandonaron, incluso los llevaba a Viña en tren... Será eso lo que marcó mi vida para siempre, es simplemente un acto de gratitud. Ellos me cuidaron. Ahora me toca a mi.
1 Comments:
Creo que ya ha empezado a ser necesario agregar carros para todos los pasajeros que vendràn. Es una buena medida.
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